And Just Like That…

Sí, estoy en estado de shock después de ver los dos primeros episodios de And Just Like That, pero no os preocupéis que me controlo para no hacer destripe-spoiler.

Lo malo es que no sé qué cojones decir. Digamos que hay cosas… Bueno una cosa que, aunque sabemos que va ocurrir, cuando sucede no nos lo creemos. No. No puede ser. Y esa cosa da igual cuando acontezca, siempre, siempre llega en mal momento. Aunque estés deseando que ocurra. Y cuando ocurre dices «ups, pues en verdad no quería», así que nunca es bienvenida.

La secuela de Sex And The City –Sexo en Nueva York en España-
comienza con un happyflower unicornial que no es ni medio normal.

Sin embargo, no me hizo sospechar, porque iba en línea con la serie y -sobre todo y por desgracia- con las películas que sacaron después. Desconozco cómo va a desarrollarse la trama porque solo he visto los dos primeros capítulos, pero os aseguro que llega un momento en que todo el confeti y la purpurina pasan a un tercer plano. Muy a lo Sexo en Nueva York, la serie. Así que si estáis dudando en si verla o no, no lo hagáis. Dudar, digo.

Tenéis que verla antes de que llegue alguien y os la destripe. Verla desde la inocencia con la que la he visto yo ha sido… Ha sido. Dejémoslo ahí. Para las personas que hayáis sido mega fan de la serie, como yo, que me la sé de memoria, va a ser un antes y un después. Para mí lo ha sido.

And just like that… Y así, sin más, acaba este artículo, animándote a poner HBOMax para ver a Carrie, Charlotte y Miranda y, aunque falte Samantha, solo diré que han tenido una manera muy elegante y muy bonita de tenerla presente. A mí por lo menos me lo ha parecido. Fin.

Puedes ayudarme a cumplir mi sueño de publicar mi primera novela realizando una microdonación en https://paypal.me/ioescritora?locale.x=es_ES o realizando una suscripción mensual de 2€ o 5€ en https://patreon.com/ioescritora De ambas maneras estarás contribuyendo. Gracias infinitas.